Nueva York -- Una de las razones por las que "Dallas" llegó a ser un fenómeno cultural como ninguno es que Larry Hagman nunca dio por descontada la magnitud de su personaje.
Durante una entrevista en junio, habló de regresar a Dallas y a Southfork Ranch algunos meses antes para reanudar su papel de J.R. Ewing en el relanzamiento de la serie por la cadena TNT.
En Southfork, actualmente un atractivo turístico del Norte de Texas, se topó con un árbol genealógico del tamaño de un muro que desglosa el intrincado linaje de los personajes de Dallas.
"Lo miré y dije 'no sabía que era pariente de ESA!", se maravilló Hagman. "No lo sabía!".
A su manera, "Dallas" original -- transmitida por CBS de 1978 a 1991 -- fue insondablemente más grande que cualquier otra cosa que se haya hecho en televisión antes o después, mientras que J.R. Ewing sigue siendo un villano sin rival en video pero también una imponente figura mítica.
Todo esto se debe en gran parte a Hagman y a su épica representación de J.R., un petrolero y patriarca texano que, en Hagman, era detestable y admirable a la vez.
Hagman, fallecido el viernes a los 81 años, ciertamente no tenía nada más que demostrar hace un cuarto de siglo, cuando "Dallas" terminó al cabo de 14 temporadas.
Pero en la nueva versión de la serie, cuya primera temporada salió al aire este verano, J.R. fue aún más maligno y maquinador que nunca.
Aunque visiblemente frágil, Hagman supo aprovechar los puntos vulnerables de J.R. y convertirlos en una nueva fuerza para maniobrar contra sus rivales.
Hagman sabía como desdoblar a J.R. en una presencia al que el público podía chiflar y ovacionar con igual placer.
Por supuesto, en su larga carrera, Hagman hizo más que estelarizar Dallas y personificó a más personajes que J.R. Ewing.
Si Dallas nunca hubiera visto la luz con su operática exposición de poder, corrupción y pleitos de familia, Hagman probablemente sería recordado por una serie anterior, "I Dream of Jeannie", una comedia de los 60 sobre un astronauta y una genio que lo amaba.
Aún así, durante las cinco temporadas en que Hagman trabajó con Barbara Eden como la sensual genio en su lámpara, inevitablemente fue opacado en el escenario.
Eso nunca sería un problema en Dallas, especialmente después de la hora final de la segunda temporada de la serie, cuando J.R. fue acribillado por un desconocido y dado por muerto en el piso de su oficina.
Todo ese verano y ya avanzado el otoño, el país se quedó intrigada por el misterio de quién había disparado a J.R.
Casi todos los demás personajes tenían suficientes motivos para querer a J.R. muerto, y la pregunta que todos se hacían era quién de ellos había sido.
Finalmente la respuesta se supo en el episodio transmitido hace casi exactamente 32 años, el 21 de noviembre de 1980: el pistolero resultó ser la malvada cuñada y amante de J.R., Kristin.
Ah, y por cierto, J.R. sobrevivió.
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